CLÍNICA - PRACTICANTE - CALLISTA
Una calle de Madrid, una fachada sucia; el letrero del comercio ha ido perdiendo letras: no se sabe si el rehabilitador sigue trabajando; si ya no está, no queda claro si primero fue la falta de clientes o la falta de letras. Muy poca gente utiliza ya los servicios de los practicantes: para eso está la Seguridad Social (aunque ahora a lo mejor hay que volver a recurrir a ellos). Supongo que es el callista el que ha salido a la calle a cortarse las uñas, pero no creo que recoja los restos. Podría echarlos en el big bag de la izquierda de la foto, con los escombros.